La cavitación es un fenómeno que, en general, afecta las instalaciones y, en concreto, las máquinas hidráulicas, como las bombas, y que se produce cuando la presión en el interior del circuito es igual o inferior a la presión de vapor del fluido desplazado.
EL FENÓMENO DE LA CAVITACIÓN
La cavitación es una vaporización instantánea del fluido, que se produce principalmente en las zonas en las que la presión absoluta es muy baja, a la cual sigue una rápida condensación.
Cuando las burbujas que se crean colapsan, se producen microchorros a presiones altas, que erosionan las partes mecánicas afectadas.
Las zonas más afectadas son las zonas de contacto del fluido con las superficies sólidas de las bombas (impulsor y cuerpo) o las zonas en las que el fluido está en contacto con pequeñas partículas en suspensión, lo que produce ligeros chasquidos y vibraciones.
En la práctica, la cavitación implica una serie de daños en cascada:
PREVENCIÓN DE LA CAVITACIÓN
Este fenómeno se debe a la presencia de algunas de las situaciones enumeradas a continuación:
Es posible recurrir a una fórmula matemática para reducir el riesgo de cavitación.
Se trata del NPSH o Net Positive Suction Head (en español, ANPA o Altura Neta Positiva en la Aspiración), normalmente expresado en metros.
Hay dos tipos de NPSH:
NPSHr (requerido), es decir, energía que el fluido pierde a lo largo de la tubería de aspiración hasta que llega al interior de la bomba (generalmente, el NPSHr se calcula experimentalmente y lo indica el fabricante de la bomba):
Con
La cavitación se evita cuando NPSHa > NPSHr.
En la ingeniería de plantas, es aconsejable recurrir también a otras soluciones para evitar la cavitación, a saber:
CONCLUSIONES
Por lo tanto, en la fase de diseño de la instalación, es necesario tener en cuenta la cavitación y las posibles consecuencias en los diferentes equipos.